
Actualidad

Fátima Herrera
Portavoz PSOE Ayuntamiento Almería
1 de julio de 2025
Golpe de gracia
Las obras son necesarias para el mantenimiento de la ciudad, y, por pequeñas que sean, siempre resultan molestas. Sin embargo, antes que planificar su inicio, es preciso poner una fecha cierta de finalización, aplicar las medidas necesarias para minimizar su impacto y nunca hacerlas a costa de hundir nuestro delicado tejido empresarial.
En Almería no es la primera vez que unas obras municipales llevan a la ruina a comerciantes y hosteleros en calles completas de la ciudad. Lo vimos en Blas Infante, donde numerosos establecimientos se vieron obligados a cerrar por no alcanzar ni siquiera unos mínimos ingresos, y lo observamos también con preocupación en la calle Artés de Arcos, donde las pérdidas fueron cuantiosas.
¿Cuántos pequeños establecimientos tienen que cerrar para que el Ayuntamiento actúe y ponga a disposición de los afectados las ayudas que les permitan superar el efecto de la pérdida de clientes? ¿Es justo cobrar a los propietarios de una cafetería por las mesas de la terraza que no puede poner o por un vado que no puede utilizar? Obviamente no y otros muchos alcaldes de ciudades y pueblos de toda España ya se hicieron en su día éstas y otras reflexiones al respecto.
Por eso, hay Ayuntamientos donde los comerciantes y hosteleros pagan el IBI o la tasa de basura en función de los perjuicios que las obras municipales han podido ocasionarles. Pero en Almería, los mandatarios del PP se niegan a hacerlo, dando la impresión de que viven en una realidad paralela donde el grito desesperado de estos pequeños empresarios no llega.
Los 200.000 euros en bonos que ha concedido el Ayuntamiento, de los cuales se han consumido ya casi la totalidad, no sabemos a quiénes habrán beneficiado, pero es seguro que a los afectados no. Ese dinero muy bien podría haberse empleado en conceder subvenciones específicas o bonificaciones en tasas municipales a los afectados.
Vaya desde esta página nuestra solidaridad hacia el colectivo y el ruego a la alcaldesa de que establezca las medidas oportunas para que las obras no se convierta en el temido 'golpe de gracia' a la actividad comercial y hostelera en el centro.